El artista berlinés Sebastian Bieniek presentó una serie conceptual de imágenes "Cara doble" (doble faz). Con un lápiz para ojos y lápiz labial, Bieniek simplemente dibuja las caras de la modelo. El boceto incluye solo un ojo, el autor usa cuidadosamente el cabello, ocultando el resto de la cara. Diferentes variaciones crean retratos con expresiones faciales únicas e incluso pueden confundir a la persona que mira primero las imágenes. Durante el día, la niña fue sometida a su rutina diaria: tomar café, viajar en tren, tomar una ducha y fumar cigarrillos. Resultó una especie de ataque de la vida cotidiana de una mujer de "dos caras".