
Un departamento muy modesto de 28 metros cuadrados pertenece a un joven maestro. Ella tuvo suerte con sus amigos. Siendo buenos arquitectos, ayudaron a organizar un lugar de vida muy acogedor y funcional, que visualmente parece ser bastante grande. Un excelente ejemplo de cómo el envejecimiento en frío, el error de cálculo y la experiencia le permiten alcanzar cualquier objetivo a pesar de las circunstancias extremadamente limitadas.
Preste atención: el espacio de la vivienda es uno. Debido a esto, no parece demasiado apretado. Colores claros, una gran puerta de vidrio con acceso al bolkon desde el lado soleado, la consideración de las cosas pequeñas: todo esto crea una sensación de ligereza y algo de libertad. La cocina contiene todo lo necesario para cocinar y comer, y en la zona de dormitorio hay una amplia cama doble. Para una mujer, la vivienda es mejor de lo que puedas imaginar.


