Un pequeño apartamento de una habitación con una superficie de 64 metros cuadrados en el centro de la pintoresca ciudad de Estocolmo se encuentra en una antigua casa que se construyó hace más de cien años. La pared de ladrillo en la sala de estar se convirtió en una especie de tributo al pasado histórico del edificio.
Pero las otras paredes de este apartamento están pintadas de un color que no es habitual para el estilo escandinavo: gris. Pero si miras de cerca, puedes ver que este tono armoniza perfectamente con otros elementos del interior. Las otras zonas de la vivienda están decoradas en un popular y famoso estilo escandinavo en todo el mundo. Las habitaciones antiguas en casas con una larga historia siempre atraen a los diseñadores, ya que pueden crear un diseño realmente elegante y único. Esta versión de la reencarnación es una confirmación de esto.